Hay una sensación de urgencia por juntarnos y pensar nuevas formas de vivir la ciudad y la ciudadanía, pero sobre todo de encontrar prácticas que le den sentido a estar juntas y juntos y que nos permitan ampliar el nosotros.
Hablamos de la crisis de salud, de la crisis económica, pero sobre todo de la crisis política y la respuesta debe ser encontrar otra manera de ser ciudadano, pero desde la juventud y en los bordes -físicos, culturales y psíquicos-.